Instagram tiene un incipiente mercado negro de filtros de belleza.
El mes pasado, Spark AR, la empresa detrás de los filtros faciales de realidad aumentada de Instagram, anunció que retiraría todas las máscaras relacionadas con la cirugía plástica. Esta noticia llega tras un aumento del uso de los filtros "Plastic" de Theresa Fogolari y "Fix Me" de Daniel Mooney, que muestran los efectos de la cirugía plástica y se han hecho virales.

Cada vez hay más pruebas de que el uso de Instagram conduce a problemas de salud mental y dismorfia corporal. Según un reciente estudio psicológico, las chicas y las mujeres son más propensas a querer someterse a un procedimiento estético si pasan mucho tiempo en las redes sociales.

Sin embargo, muchos usuarios están descontentos con la prohibición, abogando por la libre elección de usar estos filtros o señalando la ironía de prohibir los filtros de cirugía estética en una plataforma que está llena de influencers y famosos que han pasado por el quirófano más de una vez.

Cuando Andrew Foxall, director creativo del estudio londinense Foxall Studio, se enteró de la prohibición, él y su equipo crearon rápidamente un filtro de "rinoplastia" y lo enviaron a Instagram, aun sabiendo que sería rechazado.

"Nuestro filtro es cruel en el sentido de que revela las consecuencias a corto plazo y muestra el dolor por el que ha pasado una persona. Pero cuando te das cuenta de que la cirugía plástica es su propio deseo, todo encaja", comentó Andrew para Dazed Beauty.

Ahora utiliza un enlace secreto para difundir el filtro entre quienes deseen utilizar un producto del "mercado negro", es decir, no aprobado por la nueva política de Instagram. Pero, ¿realmente los usuarios necesitan tanto los filtros que están dispuestos a buscar máscaras prohibidas y utilizar enlaces no pervertidos? Resulta que sí. Al fin y al cabo, así es como se sienten más seguros en el nuevo mundo digital. Esto es especialmente cierto en el caso de los adolescentes, para quienes los filtros se han convertido en una alternativa a los cosméticos y un medio por el que se han enamorado de su aspecto, aunque no del todo real. Parece que el filtro "Rinoplastia" es sólo el principio del "mercado negro" en Instagram, y los usuarios seguirán luchando por su derecho a utilizar las máscaras que deseen. Además, a la nueva política de la plataforma social no le importa en absoluto que los usuarios se dejen influenciar por influencers con numerosos plásticos y millones de seguidores.
May 21, 2024