Toteme, la marca de moda sueca de Elin Kling y Karl Lindman, conocida por su estética minimalista, se expande a la joyería. "Siempre he tenido la idea de diseñar piezas complementarias a nuestras colecciones", dice Kling, directora creativa de la marca. "Es muy emocionante poder ofrecer por fin nuestra primera línea de joyería".
Desde que fundaron Toteme en 2014, Kling y Lindman han posicionado la etiqueta como un recurso que ofrece un uniforme comisariado para la mujer moderna. Ya han tenido éxito con la expansión a zapatos (2019) y bolsos (2022), por lo que la joyería era el siguiente paso natural. Las 13 piezas de la primera colección, que se relanzará cada dos años, ofrecen la calidad arquitectónica y la elevada sencillez en las que se especializa el dúo.
Los brazaletes de esmalte forman parte de la gama de bisutería. Según Kling, los diseños "complementan una forma de vestir desenfadada" y "marcan la diferencia al mismo tiempo". Los collares de eslabones, los anillos de puros con diamantes y las pulseras de esmalte no son excesivamente grandes ni recargados, ni en color ni en concepto.
La expansión de la marca se produce en medio de movimientos similares de marcas de lujo que ven posibilidades más allá de la bisutería vista en las pasarelas (incluidas Prada y Saint Laurent). Kling se acercó a esta categoría como una amante de la joyería. "Las joyas siempre han tenido una resonancia emocional para mí", afirma. "Algunas de mis piezas más preciadas son las sencillas piezas vintage que llevo a diario". El lanzamiento incluye tanto bisutería como joyería fina, con precios que oscilan entre 338 y 2177 libras.
¿Cuál es la pieza imprescindible de Kling? Se me ocurren dos: "Las pulseras de esmalte, me gusta la idea de coleccionarlas con el tiempo", dice. "Y el anillo de puro que se lleva en los tobillos es otra de mis favoritas, combina a la perfección con mis alianzas".
