Angelika Lagator es una modelo alemana nacida en Alemania, donde ha pasado la mayor parte de su vida. Sus raíces se remontan a la hermosa ciudad de Trilja, en la Zagora dálmata. Entró en el mundo de la moda a los 20 años, descubierta por un cazatalentos de Mannheim, donde vivía y sigue residiendo su familia.
Completó sus estudios de medicina deportiva en una universidad puntera de Heidelberg, tras lo cual se dedicó a las capitales de la moda, empezando por Milán. Hace tres años cumplió el sueño de su vida al mudarse a su ciudad favorita, Split, junto al mar. Desde allí viaja para rodajes y espectáculos, manteniendo una próspera carrera internacional de modelo durante 18 años.
Angelika Lagator ha vivido y trabajado en casi todos los continentes y en numerosas ciudades, como Nueva York, Miami, Ciudad del Cabo, Milán, Atenas y Estambul. Su pasión por viajar y explorar culturas encaja perfectamente con su profesión. Además de modelo, cursó un máster en kinesiología en Heidelberg, pero trabajó brevemente en este campo. Su entrada en el mundo de la moda fue fruto de la casualidad: un encuentro fortuito con un agente la llevó a firmar un contrato como modelo, una carrera que no había previsto que duraría hasta pasados los treinta.
Al principio, el modelaje era una forma de ganar dinero de bolsillo durante la universidad. No fue hasta que se graduó cuando se dedicó plenamente a ello como profesión, a los 25 años, lo que es relativamente tarde en el mundo del modelaje. A pesar de ello, sigue prosperando a sus 38 años, consiguiendo más y mejores compromisos que a los veinte, convencida de que, si la salud se lo permite, tendrá un largo futuro en el sector.
Angelika se ha enfrentado a varios estereotipos sobre el modelaje en su país, como la idea errónea de que implica trabajo de acompañante, que es insostenible como medio de vida o que está reservado a chicas jóvenes que deben hacer dieta constantemente. Al principio, sentía la necesidad de justificar su profesión y a veces se avergonzaba. Con el tiempo, ganó confianza y orgullo en su carrera, desoyendo los consejos bienintencionados de sus padres y de la sociedad para seguir un camino diferente.
Orgullosa de su carrera, Angelika Lagator ama su trabajo y lo encuentra profundamente satisfactorio. Constata la tristeza de la gente que trabaja en empleos que no le gustan sólo para llegar a fin de mes. A menudo la gente se sorprende de su edad, atribuyendo su aspecto juvenil a la genética, a un estilo de vida sano y a su compromiso con el bienestar físico y mental. Tras haber jugado al baloncesto profesional antes de estudiar kinesiología, insiste en la importancia del deporte y de una dieta sana para la salud física y mental, no sólo para perder peso.
A pesar de los malentendidos, Angelika mantiene que su estilo de vida saludable es una elección personal, independiente de su carrera como modelo. Incorpora la actividad física diaria, el crecimiento espiritual a través de la meditación, la visualización y las afirmaciones, esforzándose por ser positiva y evitar la negatividad.
Un día normal para Angelika Lagator empieza temprano, incluso los días libres, sobre las 6 de la mañana. Comienza con 20-30 minutos de meditación, seguidos de beber agua de limón o vinagre de sidra de manzana orgánico, escribir un diario, leer o escuchar un podcast. Después hace ejercicio, normalmente yoga, correr o ejercicios en la playa, y toma un desayuno saludable, como avena con fruta. Dedica las primeras horas del día a cuidarse, tras lo cual se ocupa de sus responsabilidades profesionales, como el correo electrónico, la actualización de su carpeta de trabajos, la gestión del papeleo y el mantenimiento de su perfil de Instagram, que hoy en día es crucial para los trabajos de modelo. Las modelos, señala, tienen importantes responsabilidades entre bastidores, más allá de las sesiones fotográficas y los desfiles de moda.