Giedre Seks nació en Lituania en junio de 1995, es una modelo emergente que actualmente vive en Nueva York. No hace mucho que empezó a modelar, así que está solamente en el comienzo de su carrera, pero ya ha trabajado con muchos fotógrafos de moda. Hasta ahora, ha sido una experiencia increíble para ella. Mientras estudiaba en la Universidad de Vilnius Microbiología y Biotecnología, se dio cuenta de que estudiar no era suficiente para ella; aspiraba a algo más. Giedre llevaba dos años y medio en la universidad hasta que decidió probar en el mundo del modelaje.
Fue una amiga suya quien la convenció para que se convirtiera en modelo. Giedre no estaba segura de poder ser modelo, pero su amiga insistió en que debía intentarlo. Le pidió que participara en un concurso y se presentara al casting. La primera agencia a la que acudió la rechazó, diciéndola que para ser modelo, tenía que estar en forma. De lo contrario, solo sería una chica con una cara bonita. No obstante acudió a otra agencia que hacía castings para diferentes agencias del mundo. Allí la seleccionaron y su primer viaje como modelo fue a Milán para un desfile.
En cuanto a las sesiones de fotos, su primera sesión fue en Francia. Después, ha trabajado con varios fotógrafos, como Frauke Fischer, Daniyel Lowden, Raúl Ruz y David Dunan.
Está dispuesta a aceptar todas las oportunidades que la ofrezcan, y está abierta a todo tipo de clientes. Giedre Seks ha llegado a modelar para diferentes revistas como Nou Magazine, Vogue Italia, IO Donna y Jolie.
Giedre siempre estará agradecida a su amiga que la animó a no darse por vencida. Le encanta vivir en Nueva York, ya que hay oportunidades ilimitadas para cualquier persona. Le encanta viajar y conocer gente nueva e interesante. Lo único que teme es el fracaso. Aunque puede ser una circunstancia muy dura, cree que lo llevaría bien.
Todo está transcurriendo muy rápido para ella y es algo confuso, pues la ofrecen grandes oportunidades. Pero su compromiso con el trabajo, su extraordinario estilo y su energía, son la razón por la que se está haciendo popular desde los comienzos de su carrera. Los comentarios que recibe de la gente son los que la inspiran a seguir adelante y a hacerlo cada día mejor.
En lo personal, es divertida y tranquila. Le gusta conocer a gente con una personalidad única y fuerte. Si no fuera modelo, se dedicaría a proyectos de trabajo y viajes.
Ahora, ha decidido tomarse un año sabático para seguir con su carrera de modelo. Gracias a su agencia, dispone de un visado estadounidense y según ella, es una excelente oportunidad a la que no debe renunciar. Está pensando en retomar sus estudios y completar su diplomatura después de este año sabático.