Veronika Shchelkanova, modelo de moda originaria de Rusia, nació como Nikole Back en Tayikistán en 1996. A los 13 años trabajaba en IKEA repartiendo folletos para promocionar sus famosas albóndigas. Fue durante uno de esos turnos cuando su llamativo aspecto llamó la atención de su primer booker.
Su padre, militar, y su madre, ingeniera, se trasladaron a Tayikistán en 1996 debido a las misiones de su padre, y así fue como ella nació en este pintoresco país.
En la actualidad, cada vez es más difícil para las modelos rusas conseguir oportunidades en pasarelas internacionales debido a cuestiones políticas, que dificultan la obtención de visados. Veronika Shchelkanova tuvo una próspera carrera en América y Europa durante casi una década antes de la pandemia de coronavirus. Ahora pasa más tiempo en Moscú, esperando que le aprueben el visado en agosto para poder volver a su querida profesión.
Veronika es muy activa, le gusta el baloncesto, bailar y estudiar la historia de las casas de moda. A través de sus experiencias con las citas, el trabajo y el dinero, cree que ser modelo ofrece una oportunidad única de combinar belleza, finanzas y conexiones humanas en una única visión de la perfección.
Siente una profunda admiración por las modelos de los 90 y le encantan las vibraciones que aportaron a la industria. Independientemente de que trabaje en proyectos de alto nivel o con clientes más pequeños, disfruta con todo lo que hace y valora cada oportunidad por igual.