Viki Frajkova es una modelo eslovaca. Desde los 13 años, su sueño era dedicarse al modelaje, pero su estatura era un obstáculo. A los 18 se matriculó en un curso de maquillaje para convertirse en maquilladora, una pasión que le apasionaba. Inesperadamente, el propietario de la empresa se dirigió a ella, expresándole su deseo de crear una agencia para personas que no cumplieran los estándares convencionales, como la estatura. Aunque al principio se mostró escéptica, vio potencial en mí y me animó a intentarlo.
Natural de Nitra (Eslovaquia), Viki Frajkova siente un profundo amor por el movimiento. A pesar de un paréntesis temporal, aspira a retomarlo algún día. Además, Viki ha empezado a bailar en barra, un deporte que le parece el más exigente de todos. Sesiones regulares de pilates y yoga completan su rutina diaria. Más allá de las actividades físicas, le encanta pasar tiempo con sus amigos y disfrutar de su pasión por los viajes, explorando diversos lugares y culturas.
Reflexionando sobre su trayectoria como modelo, cada trabajo ocupa un lugar especial en su corazón. Sin embargo, algunos de los momentos más destacados son una campaña para el salón de belleza DNA de Eslovaquia, en la que sus imágenes adornaron vallas publicitarias por toda Bratislava, un motivo de inmenso orgullo. Otro logro memorable fue un artículo editorial en Elle, una experiencia surrealista verse en una revista importante y adornando portadas de publicaciones más pequeñas.
Lo que más le gusta del modelaje es la oportunidad de viajar y conocer gente nueva. No sólo le ha presentado a numerosos amigos, sino que también le ha inculcado autosuficiencia y una mayor confianza en sí misma. Agradecidos por su inquebrantable apoyo, sus amigos coleccionan revistas en las que aparece su trabajo, recorren carteles publicitarios y celebran sus logros. Aunque al principio dudaba, ahora incluso su familia apoya incondicionalmente mi carrera de modelo.
Viki Frajkova está dispuesta a arrasar en el mundo del modelaje en un futuro próximo.