Cleo Cwiek, nacida en 1996, es una impresionante modelo de flagrantes contradicciones. Originaria de Varsovia (Polonia), fue descubierta en un centro comercial. Al poco tiempo, se convirtió en modelo de grandes diseñadores en las pasarelas y en editoriales a nivel internacional. Desfiló para Paco Rabanne y Marc Jacobs, y fue la estrella de apertura exclusiva del último desfile de Proenza Schouler en Nueva York. Es una de las estrellas favoritas de los diseñadores de alta gama y se distingue de las demás modelos por su cabeza afeitada, que contrasta con un rostro claramente femenino.
A través de un renderizado con Photoshop, se dio cuenta de que su icónico pelo rapado le sentaría bien y le daría un toque de distinción como modelo. Esta decisión fue la que la impulsó más rápidamente que a sus compañeras de profesión, a la esfera de la alta costura, convirtiéndose en superestrella de las pasarelas. Cuando se cortó el pelo, lo donó a Locks of Love, que fabrica pelucas para niños desfavorecidos. Cleo Cwiek también estudia Psicología en la universidad de Polonia, alentada por su propio terapeuta. Al trabajar consigo misma y enfrentarse a sus problemas y conflictos, se ha convertido en una modelo con una presencia casi increíble. Su mayor deseo es acabar con el estigma de las enfermedades mentales en la sociedad actual.
Para Cloe, tener múltiples pasiones a parte de la moda, crea una vida más dinámica. Cuanta más personalidad tenga fuera del modelaje, más se reflejará en el trabajo que haga como modelo. Como demuestra su increíble portafolio, la personalidad y el carácter son los que crean looks y no al revés.