Mi carrera de modelo comenzó hace cuatro años y al principio trabajé con gente joven, creativa y bella. Desde hace 50 años vivo en Suiza y creo que es uno de los mejores lugares del mundo.
Como artista experimentada, mi trabajo se ha convertido en un hobby, y mi especialidad son las esculturas de bronce de animales salvajes, pero también la pintura me gusta mucho. Sin embargo, debo decir que soy una auténtica deportista, pero no me gustan las dietas ni los viajes de negocios.
Ser modelo me permite disfrutar de la libertad de movimiento y del bienestar. Con 75 años es difícil de conseguir a veces una imagen perfecta, por ello hay que compensarlo con fuerza y carisma. Mi mayor deseo es ser portada de Vogue. Soy flexible y desenvuelta y mi lema es: ¡la vida es bella y divertida!