Procedente de Durban (Sudáfrica), Alexa Corlett fue descubierta en su adolescencia, cuando su mejor amiga comenzó su carrera de modelo y puso la atención sobre ella. Desde entonces, la carrera de Alexa ha despegado y se ha convertido en una de las caras más conocidas en el mundo del modelaje, habiendo trabajado para diseñadores de primera línea como Tom Ford y editoriales como Vogue Brasil. Recientemente, ha desfilado en el Festival de Cannes y ha rodado un anuncio para Moët.
Pero Alexa es más de lo que parece. Licenciada en Publicidad y Marketing por la Universidad de Ciudad del Cabo, considera que una de las ventajas de ser modelo es, sin duda, la posibilidad de viajar continuamente. Para mantenerse en forma, practica yoga y boxeo. Aunque ha hecho carrera posando para la cámara, también le apasiona estar al otro lado. Sus proyectos fotográficos se centran en personas que conoce y lugares que visita. En uno de sus últimos trabajos, se desplazó a Zúrich.
Inspirada por todos los increíbles lugares en los que ha tenido el gusto de trabajar, Alexa Corlett ha desarrollado su pasión por el diseño de interiores. Sus aspiraciones personales son eclécticas, aunque nombra a Daria Werbowy como una de sus ídolos (sobre todo por su "look y energías", como señala). Por lo demás, se inspira en Zimmermann, Celine e Isabel Marant, por sus diseños atemporales.