Me llamo Hans Peter Magduschewski, pero muchos me reconocen como "Pingo". A mis 71 años, me alineo con orgullo con quienes ven las funciones de modelo comercial y actor no solo como una profesión, sino como una ferviente pasión. En 2015, mi andadura en este campo comenzó cuando mi hijo se hizo cargo con éxito de la productora de cine y fotografía que yo había fundado.
Mantengo un nivel de forma física superior a la media y afronto cada papel con la voluntad de sumergirme por completo, sin miedo a abrazar el capricho si me lo indican. Más allá de la interpretación, mi versatilidad incluye el baile de estilo libre, el canto y la guitarra a nivel de fogata.
Aproximadamente el 70% de mis trabajos anteriores han consistido en producciones de imagen en movimiento, lo que ha mejorado significativamente mis dotes interpretativas con el tiempo. Recientemente, tuve el privilegio de encarnar a un personaje en una producción de la televisión alemana que se emitía en horario de máxima audiencia los domingos por la noche.
Mi objetivo es mantener esta actividad con inquebrantable entusiasmo y dedicación durante al menos otra década.