Andrey Zakharov es un modelo profesional nacido en Moscú, Rusia, en 1989. En la actualidad, reside en Nueva York. Comenzó su andadura a una tierna edad y no tardó en hacerse un nombre en la industria del modelaje. Empezó con un trabajo de modelo para la revista Rollercoaster. Su carisma natural, su dedicación y su profesionalidad lo han convertido en uno de los favoritos de la industria.
Andrey Zakharov ha desfilado por muchas pasarelas y ha aparecido en numerosas campañas publicitarias de todo el mundo. Es conocido como uno de los favoritos de Giorgio Armani y su rostro ha adornado muchas otras marcas de primera línea, como Bottega Veneta, Etro y Dsquared2.
Además, Andrey ha protagonizado numerosos editoriales en revistas como Vogue Rusia, GQ Italia y GQ Rusia. El modelo ruso tiene numerosos reconocimientos a su nombre, con muchos seguidores en las redes sociales. Tiene 44,7k seguidores en su perfil de Instagram, donde siempre emociona a sus fans con sus aventuras.
¿Por qué sigue en el mundo del modelaje?
Andrey Zaharov: ¿Te has arrepentido alguna vez de alguna elección? Tal vez te hayas arrepentido, pero me parece algo natural dudar. Hagas lo que hagas en la vida, tarde o temprano surgirá la pregunta: ¿tal vez debería haber elegido un camino diferente? Pero ahora me doy cuenta de que estoy donde debo estar, y haciendo lo que debo hacer. Sinceramente, nunca me he arrepentido. Dudé entre seguir estudiando o hacer otra cosa. Pero si miro al pasado, recuerdo quién fui, qué cualidades y actividades favoritas tenía, todo indica que el modelaje o la actuación eran para mí. Claramente algo relacionado con la autoexpresión.
¿Cómo surgió tu creatividad de niño?
Andrey Zaharov: Mi madre era muy aficionada a la costura, y a veces le pedía que me hiciera algún traje. Me gustaba disfrazarme para el Año Nuevo o para las mascaradas. Muchos niños tenían ordenadores, walki-talkies, pero yo no tuve nada de eso durante mucho tiempo, así que me entretenía con otras cosas. Mi padre trabajaba en la policía, a menudo me disfrazaba con su uniforme y me imaginaba como un soldado o un marinero. Interpretaba algunos papeles frente al espejo, y me gustaba. Los niños son sinceros, hacen lo que realmente quieren. Me di cuenta de que era lo mío y que podría ponerlo en práctica en el futuro.
Bien es sabido que los modelos solo pueden trabajar "hasta cierta edad", ¿no temes que se te agote este tiempo?
Andrey Zaharov: Se puede trabajar fácilmente hasta los treinta años, e incluso más, si se está, como se suele decir, envejeciendo con gracia. No creo que a los cuarenta años quiera seguir siendo modelo. Tengo amigos que trabajan en este negocio y tienen más de cuarenta años, pero empezaron hace poco. Yo ya llevo cinco años trabajando y creo que a los treinta ya no querré ser modelo. No tengo miedo de que esto se acabe. Ya tengo planes para lo que haré más adelante. Por ejemplo, la música, dirigir varios proyectos o producir. Pero todavía no puedo dejar el negocio del modelaje, porque sigue funcionando. Voy a exprimir hasta el último momento. Cuando deje de ser demandado, me diré a mí mismo que se acabó, esa será la señal. O quizás si la música me proporciona buenos ingresos. Aun así, la creatividad y el dinero son cosas ligeramente diferentes.
¿Cuál fue la reacción de tu madre cuando te convertiste en modelo?
Andrey Zaharov: Muy buena, de hecho. Cuando tenía 16 años, mi padre murió y mi madre se quedó sola. Mis padres eran una familia feliz pero humilde, no tenían una educación superior y nunca me dijeron que fuera necesario. Además, no teníamos dinero para los estudios, así que me tuve que poner a trabajar. Trabajé como vendedor durante dos años, y luego descubrí que se podía ser modelo. Y poco a poco mi misión se convirtió en encontrar un trabajo y ayudar a mi madre. Cuando me sumergí en el mundo de la moda, no tuve tiempo de pensar en el instituto. En solo un año, me empezaron a llover ofertas de Europa. Mi madre reaccionó muy positivamente a todo lo ocurrido. Por todo eso, sigo creyendo que la educación superior es, a fin de cuentas, opcional. La inteligencia y la educación son dos cosas diferentes. Por ejemplo, yo leo mucho, pero solo lo que me interesa. La universidad te llena de muchas cosas que no son necesarias. Mucha información obsoleta. ¿Cómo se puede estudiar la economía de un país donde no existe, porque todo se construye sobre el petróleo, el gas, la corrupción y los sobornos? Habría que licenciarse en Derecho para saber cómo engañar a alguien. Pero no es mi estilo, no me gusta y no acepto ese tipo de negocios. Por eso no quiero hacer negocios. No es lo mío. Soy una persona creativa. Y cuando a la gente le gusta y me pagan por ello, todos quedamos contentos, yo no me molesto y duermo tranquilo (risas). Mi educación es viajar. Observo el mundo, cómo funciona todo, me comunico con diferentes personas. Probablemente, en el futuro hubiera optado por estudiar, si no fuera por la vida que tengo. Ahora leo a Pushkin, a Griboyedov y lo entiendo todo. Me interesan las situaciones y los problemas que describen. Entiendo que nada ha cambiado. Cuando estudiaba en la escuela, no lo necesitaba. Un niño no puede entender los problemas que no experimenta. Por lo tanto, creo que hay que dosificar todo, incluido el conocimiento. Si necesito algún saber, iré a buscarlo.
¿Cómo se metió en este negocio, cómo hizo frente a la competencia?
Andrey Zaharov: ¿Se pueden hacer amigos aquí? Es extraño. Vengo de la región de Moscú, de la ciudad de Peresvet, del distrito de Sergiev Posad. De alguna manera me enteré de que se celebraba un casting en Moscú, y fui. Pero me equivoqué, confundí las fechas y llegué el día equivocado. Llegué al casting y ya había una sesión de fotos. Llevaba un flequillo negro y tenía agujeros en las orejas, porque en aquella época tocaba en un grupo de música emo core. Y yo, tan provinciano e ingenuo, llego a aquella sesión de fotos y pregunto: "¿Cómo se puede ser modelo?.” Naturalmente, me regañaron, pero me fotografiaron, quizás solo para divertirse. Esta sesión de fotos en la que me colé fue el primer impulso de mi carrera. Empecé a trabajar en mí mismo. Me di cuenta de que no tienes que ser una marioneta, tienes que mostrar tu energía a la gente, intentar engancharla. Durante un tiempo no tuve éxito en los castings, era un poco tímido y no recibía respuesta. Y entonces me di cuenta de que debía tener más confianza, mostrarme más profesional, con fuego en los ojos. Tienes que demostrar que puedes tocar lo que ellos quieren. Y poco a poco empecé a sentirlo. Trabajaba en mí mismo, me ponía delante del espejo, practicaba mis poses y me desarrollaba. En el casting, solo tienes un minuto para mostrarte y es difícil. Esto hay que ensayarlo. Y poco a poco, empecé a trabajar en las semanas de la moda con diseñadores rusos, y luego con los extranjeros. Recuerdo que hace unos cinco años vino JILL SANDER y participé en su desfile en GUM. Y desde entonces me empezaron a llover las ofertas de diferentes agencias, con una invitación para ir al extranjero. Me asusté. ¿Cómo, qué, qué contratos, dónde voy a ir? De repente mi iban a secuestrar para el tráfico de órganos (risas), me invadió una especie de miedo. Pero me recompuse, elegí un agente con el que me sentía cómodo y me puse a trabajar.
¿A qué tuviste que renunciar cuando te convertiste en modelo?
Andrey Zaharov: Tuve que renunciar a mi individualidad. En primer lugar, soy un hombre. Y a un hombre le encanta crear y gestionar, le encanta resolver problemas. Y cuando eres modelo o actor, y el director o el diseñador te dice quién debes ser, conviertes su idea creativa en realidad, con la ayuda de tus cualidades. Solo cuando cooperas con alguien durante mucho tiempo, puedes hacer tus propuestas. En segundo lugar, tienes que renunciar a las tentaciones. Por ejemplo, los tatuajes. Me encantan los tatuajes, pero no sé si es lo más correcto, es algo que me preocupa. A veces quiero cortarme el pelo cuando hace calor en verano, o no me lo quiero peinar, pero no puedo. A veces quieres libertad. Pero creo que la gente que trabaja en la oficina tiene exactamente los mismos problemas. Yo soy una persona creativa y amante de la libertad. Y a veces tienes que ser divertido cuando no quieres. Para ser sincero, incluso me gusta no poder relajarme. Me gusta ser perezoso, tengo momentos de actividad y otros de pereza, como todas las personas. Y me gusta que la moda me mantenga en vilo. Tengo que tener un buen aspecto, hacer ejercicio y comer bien.
Hay muchos prejuicios contra los hombres en el negocio del modelaje. ¿Qué hay de cierto y qué de mentira?
Andrey Zaharov: Hay prejuicios sobre las minorías sexuales. Muchos directores de casting lo son. Básicamente, el lado creativo de los hombres y el sentido de la belleza están menos desarrollados que el de las mujeres, así que la gente suele considerar que los hombres que trabajan en la moda son homosexuales o bisexuales, como mínimo. Pero esto son solo prejuicios. Por ejemplo, yo soy heterosexual, pero tengo gusto y sentido del estilo. Mis preferencias sexuales no son un estereotipo a combinar con la moda. Pero este es el mismo estereotipo que cuando una madre le dice a su hija de treinta años que ya es hora de que se case. Puede no casarse en absoluto y vivir perfectamente. Son solo ideas arraigadas. Por lo tanto, no me lleno la cabeza con esos pensamientos, limpio mi cerebro, medito e intento no reaccionar ante esos ataques sociales.
¿Es posible encontrar amigos en este negocio?
Andrey Zaharov: Sí, por supuesto. Sin embargo, con las chicas las relaciones no cuajan muy bien, porque a las chicas no les gusta comunicarse con los modelos masculinos. También tienen prejuicios de que los chicos solo van a lo que van y muchas no quieren relacionarse con nosotros. Los chicos somos más fáciles en ese sentido. Hablamos, bromeamos y nos comunicamos. También tengo amigas, claro, pero son menos.
¿Qué es lo que no se puede hacer en absoluto en el negocio del modelaje?
Andrey Zaharov: ¿Algo tabú? Está prohibido quedarse dormido antes del rodaje. (Risas). Tengo una historia... Hubo un desfile de Tom Ford en Milán, solo se eligieron diez modelos, todos tops, y yo estaba entre ellos. La noche anterior fui a una fiesta y bueno, me tomé una copita, llegué a casa, puse el despertador según me pareció, y me acosté. Por la mañana me despierto con una llamada de la recepción del hotel. Me dicen: "Andrey, te llaman de la agencia.” Y me doy cuenta de que me he quedado dormido y que ya debería estar allí en ese momento. Oigo en el teléfono: "Andrey, ¿eres estúpido o qué?" Así que me preparo rápidamente, cojo un taxi y me dio tiempo de sobra. Pero, en general, estas cosas son imperdonables.
¿Cómo te convertiste en DJ?
Andrey Zaharov: Llevo mucho tiempo dedicándome a esto. Empecé a involucrarme con la música, incluso antes de la moda. Teníamos un grupo en la escuela, tocábamos punk rock, y me metí con la música electrónica el metal, y conecté varios sintetizadores. Y luego el grupo se disolvió. Me mudé a Moscú, mis amigos se dispersaron en todas las direcciones, unos muy liados con el trabajo, otros casados. Seguí haciendo música electrónica, y me sumergí en ella. No empecé a ser DJ de inmediato, sino que seguí escribiendo música electrónica, y ahora no me rindo. Dondequiera que viaje, compro sintetizadores, discos, cajas de ritmos… En el extranjero hay más oferta, allí son mejores y más baratos. También voy siempre a museos de arte moderno. En cada país en el que se ruedo, voy al museo. Todo esto se acumula en mí y así desarrollo mi lado creativo. Desde hace cuatro años pincho como DJ.
¿Es un hobby, una expresión personal o una perspectiva de futuro?
Andrey Zaharov: Bien. Ya que estamos siendo sinceros, diré la verdad. Si un DJ necesita dinero, entonces toca música diferente a la que le gusta. Sobre todo si el DJ no es súper popular. Yo nunca pongo pop. Me lo puedo permitir, porque tengo buenos contactos. Me conocen y me tratan con condescendencia. Básicamente, casi siempre pongo lo que me gusta. Pero si lo hago en un lugar donde el formato es ligeramente diferente y la gente no es underground, entonces tiendo a centrarme en las voces. Aun así, soy un DJ, toco principalmente para la gente. Muestro mi creatividad, mi gusto, pero aún así necesito que me guíen. Me alegra que ya hayan empezado a entender la música no comercial y que ya la bailen. La última vez que toqué fue en la presentación de Artyom Krivda. Allí toqué techno sólido y todo el mundo bailó. Poco a poco intento inculcar el gusto. Es difícil, pero intento ser yo mismo. Por eso me aferro a la música, es un resquicio de mi creatividad.
Viajas mucho debido a tu profesión, ¿dónde te sientes realmente en casa? ¿Ves tu futuro en Rusia o en el extranjero?
Andrey Zaharov: No lo sé. La pregunta es difícil. Realmente no lo sé. No me he quedado mucho tiempo en ningún sitio. Viví dos meses en Japón, un mes en Alemania, he vivido en muchos sitios. Pero todavía no ha sido suficiente para aclararme. A veces echo de menos Rusia, a mis amigos que están aquí. Aquí tengo mi propio público, me siento en casa. Siendo Rusia como es, sucia y corrupta, pero aquí hay gente a la que quiero. Cuando vienes a un lugar no como turista, sino a trabajar, a vivir, durante ese tiempo no tienes tiempo de encontrar verdaderos amigos. No tienes tiempo de entender el país y la mentalidad para enamorarte de ese lugar y quedarte allí. A veces siento que estoy perdiendo el tiempo. Estoy en algún sitio y pienso: tengo mi música en Moscú. También toco en Europa, pero allí no tengo el mismo público que aquí. Sigo siendo un extraño allí, así es como me siento.
Si te invitan a participar en una campaña publicitaria de una famosa marca rusa o de una marca europea, ¿cuál eligirías?
Andrey Zaharov: Pues, por supuesto, a la europea. La calidad del rodaje y la organización es mucho mejor. Me encanta Rusia, pero no me gusta el Estado. La gente, los fotógrafos profesionales y todo el personal, en Europa todo es mejor. Los maquilladores, los estilistas, todos saben lo que hacen. Nosotros también tenemos buenos fotógrafos y estilistas, pero la organización se resiente. Si vienes a un rodaje en Europa, te persiguen constantemente con un papel y te preguntan: ¿te has maquillado, te has peinado y está todo listo para el rodaje? Aquí no es así.